Con sus distintivas gafas, mahones y tenis, Daddy Yankee llegó ayer al Hotel San Juan, en Isla Verde. Allí lo recibió, con sus tacones amarillos y elegante sombrero en combinación, Griselli Picorelli, presidenta del Club Cívico de Damas de Puerto Rico.
“Un artista es artista no importa la clase social, pero obviamente, que sea un ejemplo positivo”, expresó Picorelli al explicar por qué el Club entregaría ayer el premio “Sol sobre el Yunque” al “Big Boss”.
Este galardón se otorga cada dos años a una figura destacada por su labor filantrópica, como “Chayanne, Luis Fonsi y Justino Díaz”, entre otros, mencionó la presidenta.
No bien había terminado de saludar a Daddy Yankee, un grupo de sus compañeras cívicas caminó hasta el recibidor del hotel ansioso de saludarle. Lo arroparon en besos. Lo llenaron de piropos. Ellas querían fotografiarse con él a como diera lugar. Y apenas lo dejaban caminar. Pero él, a todas las complació.